ENTRE MANOS

«Las cosas muertas pueden ser arrastradas por la corriente; sólo algo vivo puede ir contracorriente».

G. K. Chesterton

vista:  completa / resumen

1 de noviembre/2022 - Vídeo de mi intervención en el encuentro poético durante la semana del español en Ginebra. Librería Albatros de Ginebra.

Publicada el 4 Ee noviembre Ee 2022 a las 4:50

Intervención en la semana del español en Ginebra. Librería Albatros, 14-oct-2022, 19:00 h. Encuentro junto a los poetas Rodolfo Hässler y Miguel Ángel Feria. Modera Jaime Sánchez Ratia. 

  • Miguel Ángel Feria - Anarcadia
  • Rodolfo Hässler - Lengua de Lobo
  • Pablo Luque Pinilla - Greenwich

 Corte: 

  • Presentación de Jaime Sánchez Ratia
  • Intervención de Pablo Luque Pinilla


14 de octubre/2022 - "Greenwich" en Europa. Encuentro poético durante la semana del español en Ginebra

Publicada el 4 Ee noviembre Ee 2022 a las 4:10


Justo cuando "Greenwich" (@algaidaeditores, 2021) cumple un año desde su publicación, pude celebrar este encuentro poético en la Libreria Albatros de Ginebra junto a dos excelentes poetas actuales en español, Miguel Ángel Feria y Rodolfo Hässler.

 

La organización de esta lectura corrió a cargo de un grupo de traductores de la ONU, encabezados por Jaime Sanchez Ratia, que moderó el acto. Este se engloba en el contexto de la Semana del Español en Ginebra, que cuenta con la librería Albatros, regentada por Rodrigo Díaz Pino, como uno de sus lugares de paso habituales.

 

A esta cita acudí invitado por Víctor Abellón, que me acompañó hasta celebrarla de una manera admirable.

 

Agradezco a Rodolfo Hässler y Miguel Ángel Feria su poesía y complicidad. Asimismo, agradezco a Rodrigo Díaz Pino por acoger el acto con tanta pasión y generosidad. Igualmente, a Jaime Sáchez Ratia por moderarlo demostrando una gran profesionalidad. Por supuesto, agradezco a Víctor Abellón por hacer de cicerone para nosotros, y a Marta por encargarse de las fotos.

 

Y gracias a Américo Ferrari por esta oración, que se leía en uno de los muros de la librería:

 

"Gracias Señor por todo lo que nos has negado". ¡Cuánta sabiduría en un solo verso!


Link al vídeo con el corte de la presentación de Jaime y mis intervenciones durante el encuentro https://youtu.be/5jyGUaX-a2w






Octubre / 2022 - "Cuaderno de espiral" (Colaboración "El Cuaderno")

Publicada el 30 Ee octubre Ee 2022 a las 7:15

Entrada de octubre de 2022 de mi colaboración periódica, "Cuaderno de espiral", para El Cuaderno.

 

 33) Octubre de 2022: "A proósito del tono"

 

 


Agosto / 2022 - Reseña de "Los propios pasos" (Daniel Mocher, La Isla de Sistolá)

Publicada el 29 Ee octubre Ee 2022 a las 8:30

 





Los propios pasos

Daniel Mocher
La Isla de Sistolá, 2022
96 páginas

 

Pensar en todos


Decir los propios pasos no es un hipérbaton, sino una acción premeditada. El aforista hace malabares con las palabras. Las convoca, las baraja y finalmente las ordena para conseguir alcanzarnos y herirnos. Para satisfacer nuestra sed de hallazgos valiosos. Acertar en el centro de nuestros pesares y motivaciones es labor de francotirador. Los propios pasos no es un hipérbaton, porque entonces los pasos serían únicamente los de Daniel Mocher. Pero el autor renuncia a hablarnos en exclusiva de su mundo propio para centrarse en aquellas verdades universales que configuran su propia geografía interior. Al fin y al cabo, «la mayoría de las cualidades propias son prestadas» y «la mejor manera de pensar por uno mismo es pensar en todos». Nos entrega, de esta suerte, descubrimientos que pasarán a formar parte de nuestro propio catálogo de verdades posibles, pues «la vida interior es un bien de interés público». Estas no nos llegarán nunca como sentencias o máximas. Como en todo aforismo que se precie resultarán sugeridas, estimuladas, a la vez que terminantes. Distinguimos así su labor de aforista consumado. De quien al toparse con una vivencia esclarecedora la centra en la mirilla y la abate con lirismo para brindársela a los demás. De este modo, sus propios pasos serán ya para siempre nuestra particular ruta en el mapa de una gnoseología superior. Razón por la cual cuando leamos algunos de estos aforismos sentiremos que nos introducimos en un mar del que «solo se puede salir renaciendo». O en un cielo, añadimos. Porque, como nos recuerda Chesterton, el poeta ―y Mocher lo es en este libro― aspira a meter su cabeza en el cielo, y esto lo convierte en el hombre más sano, en contraposición con el razonador, que enloquece al intentar meterse el cielo en la cabeza. No en vano, «el amor es razón suficiente para no creer solo en la razón», y «el buen aforismo tiene algo de masaje cerebral y algo de electrochoque». Los que provocan las olas del mar o las nubes del cielo en las que nuestro autor nos introduce, y de las que salimos dichosos, pues al leer esta colección de aforismos el corazón se estremece, la conciencia se ensancha y el espíritu se reconcilia con los mejores deseos de experimentarnos hondamente humanos.

 

El libro consta de seis partes de cincuenta aforismos cada una. Cada sección principia con un aforismo que incluye su título, y el último aforismo de la obra acaba como se titula esta. (O quizá en ambos casos sea a la inversa). Sea como fuere, estas circunstancias nos sugieren que nada se ha dejado al azar en este volumen, excepto los azares que procura la existencia, de donde nace la profundidad de la mirada que aquí se despliega, pues «la fórmula exacta de la felicidad se encuentra muy cerca de ese instante en que dejamos de buscar fórmulas exactas».

 

Entre el lirismo, las proyecciones morales, la crítica social, las certezas del espíritu y hasta la metaliteratura oscilan sus motivos. Si bien, primeramente, su virtud ―ya se ha comentado― es poética, confirmando, como nos recuerda Lorenzo Oliván, que los mejores aforismos podrían verse como relámpagos que iluminan lo oculto. Carlos Marzal sostiene, asimismo, que poeta y aforista comparten idéntico apego por la intensidad del lenguaje. Nada más en consonancia con nuestro caso.

 

A propósito de los asuntos, hallamos vasos comunicantes entre aforismos. De esta forma, los de sesgo poético se convierten en insinuaciones morales, como al leer que «sigue siendo un niño quien sabe que la nieve puede dejar huellas en sus pasos». O los de trasfondo moral en disparos líricos. De esta suerte, por ejemplo, «cuando crees que algo falta, sobran muchas cosas». También la humorada en greguería, en la que las relaciones jocosas y metafóricas prenden hogueras inesperadas, como le gustaba a Ramón Gómez de la Serna, a cuya manera encontramos textos que nos roban una sonrisa a la vez que nos conmueven por cuanto desvelan. Así, leemos que «los niños van por la vida con libertad de cátedra» o «los ejercicios de humildad son los más cardiosaludables». Al final, los motivos se solapan, complementan o repiten desde diversas perspectivas, compartiendo muchas veces los mismos aposentos argumentales. Abundan, de este modo, las alusiones a la alteridad, pues «si pasas imperturbable por el prójimo es que no has pasado». A la conciencia de fragilidad y la sencillez, ya que «somos mucho más completos porque la vida nos rompe» y «qué inútiles nos volvemos cuando solo podemos darle importancia a las cosas útiles». Al valor del instante y la implicación personal, pues «el infinito es un instante vivido en su máxima plenitud». Al corazón que se alegra dado que «la alegría, por pequeña que sea, termina inclinando la balanza a su favor». Al silencio consciente y la vivencia liberadora ―explícitamente cristiana en ocasiones―, porque «algo nos susurra Dios cuando sentimos el eco del silencio» aunque «cuando los pájaros cantan Dios es uno y, más que nunca, trino». A la importancia de la apertura y la tolerancia, ya que «cerrarse a lo extraño es el mayor desprecio que se puede tener con uno mismo». A la búsqueda de la luz, sin olvidar que esta es «la flor de las ramas desnudas». Al llamamiento a hacer camino y a tener presente que «también hay que hacer un camino en la pausa». Y a un cuantioso rosario de otros muchos temas emanados del compromiso con las verdades sustanciales que nos permiten albergar esperanza y mantenernos vivos. Por descontado, coronándolos hallaremos algunos específicos de la briega con los pormenores de la bondad y la belleza, y se nos advierte de que «en los tiempos que corren, la bondad es el harakiri más hermoso» y, ay, «cuánto nos está aventajando en humanidad La Piedad de Miguel Ángel». Tampoco se rehúye el sentido crítico y el aforismo se convierte en agente desinfectante. La corrupción política, la vanidad, la soberbia, la pandemia y sus demonios, y hasta la guerra son algunas de las sendas que se adentran en este horizonte. Por eso encontramos, por ilustrarlo de alguna manera, inteligentes metáforas a partir de conceptos de psicología, como cuando se alude al condicionamiento clásico para referirse a los políticos como aquellos «que ven una puerta giratoria y comienzan a salivar». O se nos habla de lecciones brindadas por la historia o de aberraciones de la actualidad, cuando leemos que «de la peste negra tampoco salieron mejores» y «hay quien piensa que la mejor forma de terminar con una pandemia es montando una guerra».

 

Celebramos haber encontrado un comensal literario tan lúcido y generoso. Alguien que nos obsequia con los tesoros que se va encontrando ―ya lo dijimos― para ayudarnos a calmar nuestra necesidad de juicios promisorios de esperanza. Y que para hacerlo rescate la mejor herencia de la tradición aforística. Si para Mocher «al escribir un aforismo, Ramón Eder vuelve», nosotros pensamos que en esta reunión comparecen tantos otros cultivadores notables del género hoy en día. Una pléyade de nombres que nos recuerdan que después de los Antonio Porchia, José Bergamín, Antonio Machado, Juan Ramón Jiménez, Julio Torri o al aludido Ramón Gómez de la Serna, entre otros muchos, el aforismo goza de una salud extraordinaria en nuestro idioma.

 

 

Enlace al texto en El Cuaderno: aquí

Julio / 2022 - "Cuaderno de espiral" (Colaboración "El Cuaderno")

Publicada el 29 Ee octubre Ee 2022 a las 8:20

Entrada de julio de 2022 de mi colaboración periódica, "Cuaderno de espiral", para El Cuaderno.

 

 33) Julio de 2022: "Dublinesas"

 

 


7 de julio/2022 - Recital a tres voces. Espacio Encuentro

Publicada el 29 Ee octubre Ee 2022 a las 7:15
 

El próximo jueves 7 de julio a las 20:00 hs. celebré este recital de poesía junto a las poetas Alicia Salvia e Isabel Almería en el Espacio Encuentro (C/ del Conde de Aranda, 20, Madrid) aprovechando la presencia de la poeta porteña Alicia Saliva estos días en Madrid, y la buena relación de amistad que nos une.


Entre medias, una participación en la tertulia de Álvaro Petit Zarzalejos, del que guardo un gran recuerdo. Álvaro es un autor de un excelente poemario, "Que aún me duelas". También algún que otro compromiso del que espero pronto poder compartir algo.

 

La idea nació de Alicia Saliva. La poeta porteña recaló el mes pasado en Madrid. Como el tiempo es limitado y son muchas las relaciones que mantiene vivas tras su tesis de hace más de veinte años en la UCM, nos propuso este encuentro. La respuesta no podía ser otra que la de acoger con entusiasmo la iniciativa.

 

Cuando los poetas se juntan, y más especialmente aún si media entre ellos la amistad, la manera más sustanciosa de contarse los hechos de la propia vida es leyendo juntos sus textos. Pensamos en hacerlo de forma privada, pero la lista de amigos y la logística pronto nos hicieron caer en la cuenta de que era mucho mejor llevarlo a cabo de manera pública . Lo hicimos, además en la casa común de todos, nicho de tantos libros y amistades compartidas, la Editorial Encuentro.

 

Alicia Saliva leyó poemas de su obra en marcha "AIACH. Asociación de heridas complejas", un texto de una exquisita poesía narrativa que en la voz de la poeta nos cautivó por su audacia, originalidad y el sentido profundo de su planteamiento. Por su parte, Isabel Almería leyó poemas de su magnífico "Las horas horizontales”. La poeta y traductora lleva muchísimo tiempo escribiendo poesía, textos inéditos que también leyó. Por lo que a mí respecta, leí cosas de "Greenwich". Fue una excelente ocasión para seguir dando vuelo a un libro que todavía admite algún empujoncito para seguir dándose a conocer entre los lectores.

 

Dejo por aquí algunas fotos del acto lleno de agradecimiento a la poesía y a la amistad.



 













Junio / 2022 - "Cuaderno de espiral" (Colaboración "El Cuaderno")

Publicada el 27 Ee octubre Ee 2022 a las 19:50

Entrada de junio de 2022 de mi colaboración periódica, "Cuaderno de espiral", para El Cuaderno.

 

32) Junio de 2022: "Las mascotas"


junio / 2022 - Firma en Casa del Libro de Isla Azul, Madrid

Publicada el 25 Ee junio Ee 2022 a las 18:15


 

El sábado 25 de junio de 12:00 a 20:00 estuve firmando ejemplares de mis libros de poemas “Greenwich”, “Cero” y “SFO” en la Casa del Libro del centro comercial Islazul de Madrid, (C / Calderilla, 1).

La jornada transcurrió con una normalidad y fluidez muy bonitas. Me sentí cómodo a pie de tienda. Desde el primer minuto el personal de La Casa del Libro fue amable y colaborativo. Todo estaba organizado a la perfección. Además establecí un diálogo y complicidad muy interesante con uno de los libreros, Omar, por cuanto era un lector de poesía bien avisado.

 

Pero sin duda, lo más llamativo fue la receptividad de las personas que entraban en la tienda y a las que yo explicaba mis libros de poemas. Resultó una verdadera gimnasia antiprejuicios. De repente la persona más insospechada establece un diálogo contigo, se abre y te desvela una naturaleza absolutamente sensible al hecho poético. A lo mejor había ido a buscar un libro de novela histórica, pero allí estaba, comprándote un libro de poemas.

 

Anécdotas hubo unas cuantas. Desde una estupenda ex-alumna de Ezequías Blanco, el mítico director de "Cuadernos del Matemático", que reconocía haber tenido muy buenos profesores de literatura en el Bachillerato (nada menos que Ezequías, ¡menunda suerte!) y que gracias a eso adoraba la poesía y había aprendido a escribir sonetos en plena adolescencia, hasta lectores que se llevaban mis libros al enterarse de que tenían un pronunciado sesgo existencial. Ya sea por la indagación de lo extraordinario en lo cotidiano ("Greenwich"); por la necesidad de reivindicar la búsqueda del sentido y de recomenzar de cero para acometer esa tarea desprejuicidamente ("Cero"); o por idetificar signos de lo contemporáneo a través del relato poético desplegado a partir de los personajes que pueblan la peculiar San Francisco, una de las urbes más icónicas y representatativas del mundo occidental ("SFO").

 

Además, algún amigo se descolgó con mi último libro comprado por ahí para que se lo firmara, y la familia vino a comer conmigo, lo que resulta maravilloso, porque es como si lo hicieran en un día laborable. Te cambia la jornada.

 

No sé cuándo repetiré. Por de pronto, además de haber vivido una experiencia fantática, estoy recuperándome de una afonía que me viene de entonces, ¡maena! (ma'ẽna).








6 de junio / 2022 - Reseña de "Intemperie" (José Luis Huguet, Sapere Aude)

Publicada el 6 Ee junio Ee 2022 a las 19:40



El volumen «Intemperie» compila dos libros, «Solumbre» y «El vértigo y la serenidad». El título elegido para reunirlos es un correlato de intenciones existenciales y poéticas. También una forma de conjurar la destemplanza que conlleva. No en vano, la antítesis quizás sea el mejor recurso con que en este volumen se alimenta la elocuencia. En el primer libro encontramos la reescritura del poemario homónimo en edición de 1993. En el segundo, la agrupación de textos dispersos por revistas, blogs, antologías y plaquettes publicados a lo largo de veinte años de escritura.

 

«Solumbre» –nos confiesa el autor en la nota aclaratoria– es el libro que le hubiera gustado escribir. La reescritura desde la maestría que otorga el oficio. El título remite al sol y la sombra, que son en los poemas una realidad confirmada, una convivencia ineludible como enuncia el propio neologismo. También un regreso a lo esencial, liberando los versos de la anécdota y la acuñación hiperestésica, donde volver a reconocer «Luz y oscuridad, humeando, prendiendo un instante infinito».

 

En «El vértigo y la serenidad», hay de nuevo un testimonio de claroscuros que, pese a su escritura diacrónica, no impiden que, en conjunto, reflejen una unidad subyacente. Una perspectiva en la que prevalece el rescate de un fervor primigenio, que es también el rescate del amor familiar. De esta manera, si el poemario principia ofreciendo emociones desnudas emanadas del contacto con la naturaleza, y continúa deslizándose por los parajes de la recapitulación y la memoria, concluye exhibiendo la vibración que suponen los rostros que amamos y nos aman, en la hermosa sección con que se cierra, «De profundis amamus».

 

El volumen, además, se nos sirve en la elegante y hermosa edición de Sapere Aude que cuida hasta el más mínimo detalle, y hace honor a la calidez −y la calidad− con que nos susurran estos poemas entre tanta intemperie.

 

Hay libros certeros como una roca y persuasivos como una epifanía. Tan densos como transparentes, en su coherencia poética implosionan y, al hacerlo, esparcen esquirlas de significación tras cuya lectura ya no seremos iguales. «Intemperie» es uno de ellos.

 



mayo / 2022 - Reseña de "Poe no ha muerto" (Félix Molina, Deculturas)

Publicada el 15 Ee mayo Ee 2022 a las 6:05



Poe no ha muerto

Félix Molina
Deculturas, 2021
152 páginas
15 €

 

Uno quiere imaginarse al autor de esta novela, el sevillano Félix Molina, escribiendo en un sótano de la capital hispalense. Uno quiere pensar que este sótano se comunica, por una suerte de hechizo transoceánico, con un habitáculo al otro lado del Atlántico, donde brillan unas resmas de papel. Y que este brillo viaja y se convierte en la luz reverberante de la pantalla del dispositivo donde nuestro escritor trabaja. Porque, de algún modo, la atmósfera del sótano de una casa decimonónica de estilo victoriano en Baltimore se transfiere a algún inmueble andaluz de hoy en día, donde pergeña sus textos el autor de esta obra. Solo así podría explicarse el clima del relato que nos ocupa, masticado con los mismos dientes de la literatura de la que es tributo. Lo que me recuerda, indirectamente, que el proyecto surgió como un folletín por entregas para la revista Masticadores del audaz Juan Re Crivello, donde, de manera infatigable y constante, Félix Molina vertió a lo largo de cuarenta y siete entregas sus textos, y un buen guiso de ilustraciones de su autoría cuyos ejemplos más señalados pasaron a formar parte de este Poe no ha muerto.

 

En esta historia, un resucitado Edgar Allan Poe hace las veces de títere del ingeniero Alexander London, aglutinador de personalidades dipsómanas, como la del autor norteamericano y cuantos personajes pueblan las páginas del volumen. Lo que suceda con estos protagonistas nos lo desvela una trama en la que sobresalen la relación de Poe con la también exalcohólica Marie Rôget y, en menor medida, con el mayordomo Valdemar, tan extraño como el moribundo del cuento original del escritor de Massachusetts. Un tejido de relaciones que son una vía segura sobre la que habrán de circular los grandes asuntos de la obra, de ambientación gótica y trasunto detectivesco y romántico, cosidos con el hilo fino de la sensibilidad y la necesidad de redención humanas. Porque si algo nos entrega sus escenas es el periplo de nuestras propias luchas frente a las opresiones de la existencia. Así, el alcoholismo de los pobladores del volumen y la tiranía de London se combaten construyendo un dique contra cualquier forma de control malsano ejercido sobre nuestra vida, ya sea este autoinfligido o ajeno, izando el estandarte del amor como salvoconducto para liberarnos. Una liberación personal que es fulcro de la liberación colectiva, pues en esta historia son muchos los indirectamente rescatados del vil tejido de servidumbres desplegado por el ingeniero antagonista. Asimismo, esta historia está salpicada por una serie de relatos intercalados que atestiguan el modo en el que Poe se subyuga a su falso protector, con quien acuerda la prolongación forzosa de su labor escritural, proporcionando al ingeniero, de esta manera, una flamante ristra de textos. Este planteamiento permite a Molina ofrecer un segundo libro dentro del primero, e impregnar la obra con una atmósfera en la que es posible hallar no pocos de los elementos de terror psicológico, sucesos extraordinarios y sobrenaturales, ambientaciones extravagantes y escritura analítica que pueblan la obra del escritor estadounidense. Una serie de nuevos cuentos que el Poe redivivo de nuestra historia escribe para el delirante London y que suponen un ejercicio de recreación del autor de las Narraciones extraordinarias. Así, en el periodístico formato de columna con que en vida el mismo Poe publicara sus historias para la prensa de la época, se recogen aquí una serie de textos con algunas de las señas distintivas más características del autor de Boston. Además de las claves literarias mencionadas, otros aspectos familiares en la escritura de Poe se hacen reconocibles y contribuyen a aumentar la eficacia narrativa y el alcance de la historia como ejercicio de homenaje. Así, gatos, máscaras, letras iniciales, asesinatos, retratos, ambientes envolventes, finales enigmáticos, terroríficos… convierten este libro en un tributo, como venimos diciendo, que nos retrotraerá sin ambages al universo de Edgar Allan Poe.

 

Todo ello se nos sirve en un lenguaje rico y metafórico que Félix, criado literariamente en los abrevaderos de la poesía ―no en vano el sevillano es autor del poemario Los malditos poetas y de la singular serie Contemas, donde se desempeña con una brillante narrativa en prosa poética―, despliega con atrevimiento y maestría, ofreciendo un fresco de lenguaje que los amantes de las palabras y la expresión pulida disfrutarán como si nadaran en el mar de un idioma tan bravo como embellecido, o ardieran en una hoguera de significantes y significados que crepita jubilosa en el cristal de los ojos lectores. La novela asimismo está precedida por un extraordinario prólogo del profesor y novelista para jóvenes y adultos Eliacer Cansino, que alfombra el acceso a una lectura ciertamente singular.

 

Escribía Narciso Ibáñez Serrador en su prefacio a las mencionadas Narraciones extraordinarias de Edgar Allan Poe, editadas en la histórica colección Biblioteca Básica Salvat de libros RTV, que «los hombres necesitamos el terror para asustarnos y sentirnos niños otra vez». Me atrevería a añadir, inspirándome en la Introducción sinfónica de Bécquer ―otro creador de historias atmosféricas de talento incomparable―, cuando argumenta a propósito de los hijos de la fantasía, que el miedo que subyace en los relatos de terror de nuestro volumen nos invita, antes que a cualquier espera de un caprichoso advenimiento del fiat lux, al descenso hasta las oscuras bodegas del alma para proyectar la misma luz sobre nuestras hechuras y emerger tras haber rescatado lo mejor de nuestra naturaleza. ¿Acaso no es esta inclinación a lo imprescindible lo que representa la infancia? Una actitud reivindicada en esta obra de Félix Molina para hacernos comprender que todo pavor es el reverso de un rescate ineludible.

Enlace al texto en El Cuaderno: aquí

 

 


Abril de 2022 - Reseñas de "Greenwich"

Publicada el 2 Ee mayo Ee 2022 a las 5:35

Dos reseñas de Greenwich:

 

- 19/abr/2022 - RESEÑA EN ESTADO CRÍTICO. POR JUAN MANUEL PRIETO
- 20/abr/2022 - RESEÑA DE ADIANTE GALICIA. POR RAFAEL LEMA

 

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19/abr/2022 - RESEÑA EN ESTADO CRÍTICO. POR JUAN MANUEL PRIETO

 

Juan María Prieto ha escrito una verdadera pieza poética, profunda y vivida, que apuesta por las claves existenciales del volumen. Es un tópico ―y como todos los tópicos lo es porque funciona― que parte de la mejor escritura vienen a hacerla los buenos críticos.


Consigno aquí algunas de las frases que me han llamado especialmente la atención:


"En el libro, el paso de las horas se plantea como un horizonte necesario en que el verdadero desafío es la comprensión de la realidad, todo ello a través de la predisposición observante del sujeto poético."

 

"Pablo Luque utiliza como pretexto el huso horario para iniciar un recorrido cronométrico por su mapa vital, impulsándose a veces en lo anecdótico otras en lo trascendente de una existencia que pretende aprehender en el ejercicio de su voz".


 "Luque Pinilla apunta a la conmoción como verdadera materialidad de ser humano, siente el dolor o la sublimación a través de los sentidos, una victoria frente a ese tiempo plano e irremediable que mueve el mundo. De tal modo, el yo lírico transita los minutos desde una austeridad y estado emocional que le permiten estar en condiciones de observar la esencia de las cosas".

 

"Hay una física indudable hacia la verdad de las cosas, una voluntad intrínseca en el sujeto lírico, desplegar ese mapa en que se conjugan la palabra y el tiempo".


 "Si hay un triunfo en este periplo geofísico y estético es el descubrimiento de una vivencia terrenal desde el tiempo y para el tiempo, más allá de la herida o de los límites de la materialidad."


¡Muchísimas gracias Juan María Prieto!


Accede aquí >> http://www.criticoestado.es/cartografia-emocional/


También aquí transcrito a continuación:



Cartografía emocional

Por Juan Manuel Prieto





Existe un lenguaje incógnito en los mapas, el grito cardinal de un ser en mitad de una urbe, meridianos que nos sitúan en un mundo con frecuencia hostil, un punto del globo terráqueo donde nos estremece el sol con la caricia o el abandono preciso de cada día. En este silencioso movimiento el ser humano es un agente minúsculo en la existencia, aunque se atreve a gestar una lucha íntima contra el tiempo. Solo el yo lírico es capaz de detener el mundo, más allá de su consustancial rotación, porque la palabra se revela como una coordenada de trascendencia similar a la del tiempo o el espacio.

 

Greenwich es la última obra de Pablo Luque Pinilla, publicada por Algaida Poesía, y merecedora del 44º Premio Literario Kutxa Ciudad de Irún. En el libro, el paso de las horas se plantea como un horizonte necesario en que el verdadero desafío es la comprensión de la realidad, todo ello a través de la predisposición observante del sujeto poético. Encontramos, efectivamente —como se adelanta en la introducción—, una pulsión poética casi ritual, donde los acontecimientos de la cotidianeidad se relacionan con las palabras en una relación necesaria y simétrica. En el despertar de la voz poética, «la luz reflejada» y, ya en sus primeros pasos, un anhelo de intelección que solo se materializa en la metáfora: «Hemos venido a buscar sentido al comenzar el día/ como la cierva del salmo busca las corrientes». Pablo Luque utiliza como pretexto el huso horario para iniciar un recorrido cronométrico por su mapa vital, impulsándose a veces en lo anecdótico otras en lo trascendente de una existencia que pretende aprehender en el ejercicio de su voz: «De él surge cuanto existe;/ el álgebra que admiras, su nítida estructura poblando tu silencio».


El sujeto poético acompasa su ritmo al del mundo a través del verso, desde el sonido del despertador, con la rutina laboral («8:30»;), en la contemplación de lo cotidiano («10:10»;) o en ese lenguaje tan natural como secreto que pronuncia el mundo, por ejemplo, la lluvia («11:55»;). En cada acontecimiento el poeta revela el dinamismo y la finitud de un tiempo que, a pesar de nuestra percepción, no es cómplice, ya que delata la finitud e incluso el vacío que nos suscita la existencia: «Y está la luz que descompone el agua, su prisma interpretando un pentagrama silencioso, su bóveda cediendo entre las horas».

 

Sin embargo, el sujeto poético, a pesar de esa aplastante cronología que lo condiciona, sabe caminar por las horas y es capaz de interpelar al mundo. Así, en el poema «14:50», se dirige a un «vosotros», para que abramos los ojos al sufrimiento: «Abrid el pecho y recibid/ cuanto desmiente lo caduco,/ la carne que conjura la intemperie, el argumento donde el Misterio se desborda». Luque Pinilla apunta a la conmoción como verdadera materialidad de ser humano, siento el dolor o la sublimación a través de los sentidos, una victoria frente a ese tiempo plano e irremediable que mueve el mundo. De tal modo, el yo lírico transita los minutos desde una austeridad y estado emocional que le permiten estar en condiciones de observar la esencia de las cosas: «Cuanto ha de arrebatarme es un árbol que plantaron en mi nombre. Con el tiempo he aprendido a distinguirlo. Se oculta en cualquier sitio y al encontrarlo explico todo el bosque».

 

Sea como fuere, en Greenwich el reconocimiento de nuestra efímera y frágil condición, no nos impide aproximarnos la Belleza: «Existo/ como existe un descampado en el recuerdo/ o existe una leve tristeza que rasgamos al atavesar la tarde»( «18:20»;). Hay una física indudable hacia la verdad de las cosas, una voluntad intrínseca en el sujeto lírico, desplegar ese mapa en que se conjugan la palabra y el tiempo: «Un solo mapa desplegado/ hasta llegar la noche,/ un único trayecto/ que a tientas reconoces.» («19:35»;).

 

Con la llegada de la noche, el miedo de la incomunicación, la incertidumbre ante la oscuridad y sus silencios («Vuelve del tedio y la aridez,/ de la reacción y la mentira,/ Desciende hasta su altura/ y escucharás tu nombre»;). En el libro, la noche trae consigo la necesidad del verso alejandrino en la cuenta atrás gestada por Luque Pinilla en los últimos poemas. Frente al horizonte donde el tiempo nos consume, la madrugada podría ser un nuevo comienzo. De hecho, Greenwich contiene una voz esperanzada a pesar de nuestra delicadeza: «Como los pájaros, que logran con su pico rehacer las alas,/ el hombre aspira cada madrugada a protagonizar un nuevo inicio./ Se siente preparado para el siguiente vuelo».


Si hay un triunfo es este periplo geofísico y estético es el descubrimiento de una vivencia terrenal desde el tiempo y para el tiempo, más allá de la herida o de los límites de la materialidad. Con ello el poeta confía en el poder universal de la palabra: «Cuanto es depende de una forma/que en nuestras manos guardan para seguir viviendo./ Existe/ como cifra de lo eterno» («23:05»;). La llegada de la medianoche, la comprensión del mundo. En Greenwich el tiempo y el espacio solo existen porque hay alguien que vive en ellos y los nombra.


Greenwich (Algaida, 2021) |Pablo Luque Pinilla | 72 páginas | 12 euros


 

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20/abr/2022 - RESEÑA DE ADIANTE GALICIA. POR RAFAEL LEMA

 

Rafael Lema ha hecho una reseña detallada y precisa, basada en la vivencia, la interiorización de la experiencia que proponen los versos y el análisis literario del libro. En la extensión de una crítica ha desentrañado las claves ―que lo son de todo libro― de manera excelente. A saber: el contexto, el tema, la estructura externa e interna y un broche final que para mí, en este caso, es una delicia. Con él os dejo. No puedo agradecérselo más:


«Importa el camino, la poesía, el saber que sigue siendo imprescindible y está presente en la cotidianidad, en los repentinos despertares de sed, en las secuencias que engendran nuestros sueños, en la leve certeza que rasgamos al atravesar la tarde y en el retorno, ese final e inicio, cuando el sol se pone, mas no muere, porque viaja de noche por caminos inextricables y retorna en alba prodigiosa de luz, de descubrimientos, de recuperaciones; porque al final (yendo hacia adelante y mirando arriba) vuelves al lago, al embalse donde nadas a menudo y rememoras al dormirte, "ignorando si fueron primero los ojos que recuerdan o la realidad que encuentra en ellos la carne que la nombre".»

 

Link en el árbol de enlaces de la bio.

 

¡Muchas gracias Rafael Lema!


Accede aquí >> https://www.adiantegalicia.es/cultura/2022/04/19/greenwich-el-meridiano-poetico-de-pablo-luque-pinilla.html

 

También aquí transcrito a continuación:



Greenwich, el meridiano poético de Pablo Luque Pinilla

Por Rafael Lema



Greenwich es un poemario de Pablo Luque Pinilla que ha editado Algaida, y con el que ganó el Premio Literario Kutxa Ciudad de Irún en 2021. Aquí felicito a este certamen que tanto lleva haciendo por la creación, la buena poesía, el descubrimiento de nuevas voces.

En Greenwich el autor hace el recorrido temporal de un solo día con partida y destino en el meridiano cero. 33 poemas componen el libro estructurado en los márgenes de los husos horarios y en la etapa vital de sincronías y diacronías entre el alba y el ocaso.

 

La evocación y reflexión existencial impregnan los versos, a veces diáfanos, otras de mayor flujo de conciencia personal y detalles biográficos-sensoriales, hasta que llega la calma de la noche y el retorno al abrigo. Con la importancia que entraña poder volver, haber hecho el camino, poseer un hogar, una casa, unos muebles, unas fotos reconocibles.

 

El caminante en el viaje poético dialoga con otras voces- Dante, Virgilio, Cormac McCarthy, Denise Levertov o los autores bíblicos-, que flanquean y acompañan bien esta completa vuelta a un mundo en un día.

Añade el poeta un código de explicaciones a modo de margen horario en la orilla de los poemas, al final, porque la escritura "es un destilado del bagaje de lecturas que acompañaron a su artífice" y ayudan a lidiar con las horas, el espacio, el mundo, en el afán de supervivencia diaria de la existencia humana. Y para eso nada mejor que la poesía, ese amarre a lo que vamos dejando, al poso de los días, los trabajos y las horas, a la memoria y a los sueños. Esa necesidad del poeta por hablarse y hablar al mundo, porque creamos también para los otros, para entregar nuestro fruto como la avispa se introduce en el higo y lo poliniza muriendo, la bíblica fruta que quizás fue el árbol prohibido del perdido edén.

 

Pero importa el camino, la poesía, el saber que sigue siendo imprescindible y está presente en la cotidianidad, en los repentinos despertares de sed, en las secuencias que engendran nuestros sueños, en la leve certeza que rasgamos al atravesar la tarde y en el retorno, ese final e inicio, cuando el sol se pone, mas no muere, porque viaja de noche por caminos inextricables y retorna en alba prodigiosa de luz, de descubrimientos, de recuperaciones; porque al final (yendo hacia adelante y mirando arriba) vuelves al lago, al embalse donde nadas a menudo y rememorar al dormirte, "ignorando si fueron primero los ojos que recuerdan o la realidad que encuentra en ellos la carne que la nombre".


Marzo de 2022 - Reseñas de "Greenwich"

Publicada el 29 Ee abril Ee 2022 a las 13:05

Reseñas de Greenwich en Revista Purgante:


- 23/mar/2022 - "UN VIVIR DE ALTURA EN LO MÁS BAJO"

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23/mar/2022 - "GREENWICH: UN VIVIR DE ALTURA EN LO MÁS BAJO"




 

Daniel Mocher ha hecho una reseña intertextual muy detenida. Sé por experiencia la cantidad de trabajo que requiere una recensión así. Añado, además, que son las que más me gustan y las que suelen resultar más certeras, porque suponen narrar la convivivencia con el libro, interiorizar y respirar su propuesta. En este caso, además, se ha dado con tantas claves y tan acertadas que no sé muy bien qué parte me gusta más. Es una tela de araña muy bien tejida sobre el contenido de "Greenwich" ( Algaida).

 

No creo merecer tanta dedicación, rotundamente lo digo, pero reconozco que las palabras así leídas casi no me parecen propias. Si el escritor las ha entendido necesarias, como yo las veía al escribirlas, yo lo acato. Quizás pueda deberse a que hablan de una verdad que nos es mía, que nos compete a todos. Por suerte, quien gana aquí es quien lee algo que está más allá del libro, que no le pertenece, y mucho menos a su autor. Y esto, por muy habitual que pudiera ser, no deja de conmoverme mucho. Siendo como soy un poeta muy apegado al lenguaje --porque sinceramente lo disfruto-- aprecio y valoro sus posibilidades como surtidor de belleza y sentido, y tengo claro que si este último no gobierna la obra hasta hacerla útil para los demás, nos afanamos en vano.

 

También aquí transcrito a continuación:



Un vivir de altura en lo más bajo

Por Daniel Mocher / marzo 23, 2022

 

 



Supongamos que en el centro del poeta se encuentra el meridiano de Greenwich, que todas las horas cobran sentido cuando son relacionadas con los latidos de un corazón atento. El huso horario es aquí un abanico de instantes desplegados que van más allá del tiempo, dándole un sentido más profundo al excederlo. Lo trascendente se manifiesta con vigor inusitado en los reveses cotidianos, en lo que se repite hasta la saciedad se esconde la oportunidad de vislumbrar «el decisivo momento en que todo acontece a través de lo efímero». Es necesario «el desafío de la escucha», el riesgo de entregarse a lo extraño y a los otros como quien busca comprenderse en lo desconocido, que es la parte del alma que tenemos más cerca del misterio: «y entiendes que cuanto amas signo es y no te pertenece».

 

Las grandes ciudades, al primer trato, son escenarios desabridos; nidos de incomunicación y soledades. Aquí nos sobrecogen sus circunvalaciones, los fúnebres edificios de oficinas, hay un ambiente viciado y denso que huele a gasolina, a oportunidades desperdiciadas, «y cunde un hábito de larva que nos gobierna en la rutina». Urge encontrar algo que nos abrigue, «advirtiendo los signos que purgan tus heridas para mostrarte el fecundo valor de la tristeza», y sabe bien Pablo Luque Pinilla que «La belleza se ofrece en los despojos para invitarnos a extender la mano» y que «somos la desnudez que fortalece nuestra espera acusando la fiebre de ser signo».

  


Greenwich (Algaida); Pablo Luque Pinilla

 

El poeta encuentra en todo una señal de lo infinito, una huella de Dios, algo indecible que nos impele a pronunciarlo para mejor decirnos, busca «una senda donde rastrear lo inaccesible y sopesar los signos que la memoria guarde y agradezca». Sus asideros son humildes, frágiles, tiemblan como una pequeña flor en medio de la tormenta y por eso son los más hermosos, los indestructibles: la fe, el amor hacia los suyos; su íntima, casi carnal, relación con las palabras, el pan ácimo de la cultura, la Gran Belleza, el ejercicio de la memoria y el lujo de la ensoñación. Adivinamos un compromiso ético, una forma de vida impregnada de humanismo cristiano, de búsqueda y espera agradecidas. Pese a que lo asedie «el estupor de los errores y su redoble sin sentido» el poeta existe «para desmentir la carne de la desmemoria y la razón del desaliento».

 

Este poemario, publicado por la editorial Algaida, que ganó los 44º Premios Literarios Kutxa Ciudad de Irún, es una obra madura, sólida, necesaria, escrita con una voz personal sentida, meditada y sincera, que trata los grandes temas de siempre con un tono esclarecido que no desdeña el léxico posmoderno. Es de agradecer que en las horas más oscuras haya quien sepa encontrar, y comparta, unos segundos siquiera que nos rediman y den sustento, un vivir de altura en lo más bajo, «como los pájaros, que logran con su pico rehacer las alas» sus versos precisos y elegantes nos invitan a aspirar «cada madrugada a protagonizar un nuevo inicio».


Reseña publicada aquí.

21 de marzo / 2022 - Día Mundial de la Poesía. Publicación colectiva en "Librújula"

Publicada el 21 Ee marzo Ee 2022 a las 0:55




Gracias Enrique Villagrasa González (@e.villagrasa ) por pensar en mí para festejar juntos el Día Mundial de la Poesía en esta selección de Librújula - Diario Público >> https://librujula.publico.es/10-poetas-para-festejar-el-dia-mundial-de-la-poesia/


22 de marzo/2022 - Vídeo presentación de "Greenwich" en Madrid

Publicada el 20 Ee marzo Ee 2022 a las 18:35

La presentación de Greenwich en  Salamanca no se emitió por ninnguna red social. Es por eso que la grabé, descargué y subí a mi canal de YouTube:




17 de marzo/2022 - Presentación de "Greenwich" en Salamanca

Publicada el 19 Ee marzo Ee 2022 a las 18:15

 



El jueves 17 de marzo tuvo lugar la presentación de "Greenwich" (Algaida, 2021) en Salamanca.

Fue un momento muy especial en la intimidad de la librería Santos Ochoa de la calle Gran Vía y su escelente marco para presentaciones.

 

En esta ocasión me acompañaró la poeta y música María Celia Camarero Julián, que introdujo el libro y conversó con generosidad conmigo acerca de él. Tocaron la viola Julia Cardiel y Vega Martín.


Dejo aquí algunas fotos para el recuerdo, gracias a los móviles de los que asistieron y a la generosidad de Raquel que estuvo pendiente junto a sus compañeros de lograr unas cuantas instantáneas meritorias.





 








Febrero / 2022 - "Cuaderno de espiral" (Colaboración "El Cuaderno")

Publicada el 3 Ee marzo Ee 2022 a las 15:10



Entrada de febrero de 2022 de mi colaboración periódica, "Cuaderno de espiral", para El Cuaderno.


31) 15 de febrero de 2022: "Las compras"


24 de febrero/2022 - Presentación de "Greenwich" en Valencia

Publicada el 3 Ee marzo Ee 2022 a las 14:45


Para la ocasión, tuve el privilegio de que me acompañara el poeta y editor Víktor Gómez Ferrer, que introdujo el libro y conversó conmigo acerca de él.


El evento fue presencial en la librería Primado  a las 19:00 h. A diferencia de Madrid, éramos un grupo mucho más reducido, de unas quince personas, por lo que hicimos una presentación más cercana y sin mesa, dejándonos llevar por las sugerencias de Víctor Gómez Ferrer que con tanta generosidad acogió el acto y con quien he compartido grandes momentos de poesía y cercanía humana. Víctor, aparte de un poeta extraordinario, es un gestor y animador cultural de primer orden. Y un formidable acompañante de poetas. Gracias, maestro. Cerramos el encuentro tapeando en un bar próximo a la librería.


Al día siguiente me acompañó a visitar la ciudad otro valenciano, Victor Abellón, a quién por fin puede conocer en persona y con quien uno no se cansa de aprender historia, sociología, literatura... Víctor, es un excelente poeta con una copiosa obra inédita y es un conversador entrañable dispuesto a escudriñar cultural y humanamente cada circunstancia. Agradecí enormemente ese paseo por la Valencia ─mucho interior─ de las iglesias recoletas, la lonja, los edificios modernistas. La visita la concluimos conociendo en persona al poeta Carlos Izquierdo. Compartió conmigo dos libros de poemas que ya figuran entre mis lecturas prioritarias.


Concluí comiendo con dos amigas, Gema y Paola. Agradezco a Gema haber organizado ese cierre de oro en una fantástica escapada de la que guardo un gran recuerdo. Comparto algunas fotos y textos que de allí me traigo, entre otras, la plaquette "ReVerDecir" de Víctor Gómez y los libros "Éxodo" y "Cuaderno de instantes" de Carlos Izquierdo.


Dejo aquí algunas fotos para el recuerdo, gracias a los móviles de los que asistieron.



Febrero de 2022 - Reseñas de "Greenwich"

Publicada el 17 Ee febrero Ee 2022 a las 20:15

Dos reseñas de Greenwich:

  

- 17/feb/2022 - RESEÑA EN EL PERIÓDICO DE ARAGÓN. POR MIGUEL ÁNGEL ORDOVÁS.
- 1/feb/2022 - RESEÑA DE GREENWICH. POR CARLOS PEINADO ELIOT

 

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17/feb/2022 - RESEÑA EN EL PERIÓDICO DE ARAGÓN. POR MIGUEL ÁNGEL ORDOVÁS


Recientemente se ha publicado esta reseña de "Greenwich" por Miguel Ángel Ordovás en el Periódico de Aragón "El viaje de un día hecho poesía en cada hora".

 

Desde aquí quisiera agradecer el trabajo de Miguel Ángel Ordovás, que es ya la tercera vez que se encarga de uno de mis libros. 

 

En esta ocasión habla de "una templanza más serena que estoica". ¡Doblemente gracias!

 

Dejo el enlace aquí y en la página de enlaces en la bio. En pantallazos la edición impresa.

 

>> https://bit.ly/3LO3cea


 

 

También aquí transcrito a continuación:


Crítica de Greenwich. El viaje de un día hecho poesía en cada hora


Las imágenes encadenadas de Pablo Luque Pinilla convierten en poesía desde el más vulgar rincón del día a la evocación más escarpada


Miguel Ángel Ordovás

ZARAGOZA | 16·02·22 | 19:14


  


Pablo Luque Pinilla es el autor de 'Greenwich'. EL PERIÓDICO


 

Las conmemoraciones han hecho que estos días pasados se recuerde mucho el Ulises de Joyce, una novela en donde la cotidianeidad de un día cualquiera se convertía en un excelso poema épico de ecos homéricos merced a la fuerza potenciadora de un lenguaje literario de primer nivel. Salvando las evidentes distancias podría pensarse en algo similar con Greenwich, un poemario de Pablo Luque Pinilla que ha editado Algaida, y con el que ganó el Premio Literario Kutxa Ciudad de Irún en 2021.

 

Como en el Ulises, en Greenwich se hace el recorrido temporal de un solo día tomando como punto de partida, y también de destino, el meridiano cero en donde comienzan a contabilizarse las horas. En este caso, cada uno de los 33 poemas que componen el libro está asociado a un momento de ese reloj único y particular que es el del autor, que avanza a través de la mañana hacia la culminación del día, y regresa después de vuelta hacia la noche.


Ese viaje que Pablo Luque va desgranando en sus versos comienza al abrir los ojos por la mañana, descubriendo los infinitos detalles que a pesar de ser habituales sorprenden y se materializan. Pero esa revelación diaria del mundo un tanto guilleniana viene después acompañada por la evocación y un tono más reflexivo y en algunos momentos doliente, lleno en todo momento de una templanza más serena que estoica, que da paso luego a los poemas del retorno a casa, de la quietud de la noche en la que se encuentra una compañía y un lugar en que dormirse.


 Y como en el Ulises, es el lenguaje que Pablo Luque tan bien sabe usar el que realza cada tramo de esta singladura, con sus imágenes encadenadas que convierten en poesía desde el más vulgar rincón del día a la evocación más escarpada. Los versos de pulida elaboración, además, entablan una sabrosa conversación con otras voces -Dante, Virgilio, pero también Cormac McCarthy o los autores bíblicos-, que flanquean y acompañan bien esta completa vuelta a un mundo en un día.


 

'GREENWICH'
Pablo Luque Pinilla
Algaida
72 páginas


 Texto en la versión en papel y pdf:

   



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- 1/feb/2022 - RESEÑA DE GREENWICH. POR CARLOS PEINADO ELIOT





El profesor de escritura creativa de la Universidad de Sevilla Carlos Peinado Elliot me regala esta reseña privada que me permite compartir.


"Greenwich es un verdadero y auténtico Libro de Horas moderno. Se van tejiendo los salmos y otras referencias bíblicas con la vida prosaica, contemporánea de la ciudad de hoy (el gasóleo, el coche, la oficina). En lo pequeño y lo cotidiano (el gorrión en la acera) se va mostrando esta búsqueda de la trascendencia, para celebrar la "fiesta del instante". Cada imagen o momento del libro es "cifra de lo eterno", como se enuncia en 23:05. Esta poética se materializa en poemas donde el motivo religioso se hace médula actual de la creación literaria, como el pasaje de la Anunciación en 14:50, o esa espléndida recreación de la Pasión en 15:00. Hay también poemas conmovedores, como el del padre. La recreación de la vida familiar es igualmente muy hermosa.


Es destacable la potencia imaginadora que transforma o transubstancia la realidad, la capacidad engendradora de la imagen (rica, múltiple) que transfigura lo visible. De esta manera se encarna una poética esperanzada: "Existo para desmentir la carne de la desmemoria y la razón del desaliento, / para explicar que nada ha de saldarse en una sima de abandono". Y ciertamente, la palabra va recogiendo amorosamente cada detalle de la realidad."

 


15 de febrero/2022 - Vídeo presentación de "Greenwich" en Madrid

Publicada el 15 Ee febrero Ee 2022 a las 14:15


La presentación de Greenwich en Madrid se emitió por Twitch (twitch.tv/pabloluquepinilla), pero pasados unos días la plataforma borra estas grabaciones. Es por eso que la descargué y la subí a mi canal de YouTube.





11 de febrero / 2022 - Presentación de "Greenwich" en Madrid. La crónica

Publicada el 11 Ee febrero Ee 2022 a las 13:10




La revista "Madahonda Magazin" publica dos entradas con la crónica del acto de presentación de “Greenwich” (@algaidaeditores ) el pasado 3 de febrero en el Club Argo de Madrid, escritas por Elena Marticorena.

La periodista majariega ha dado cuenta de detalles de la presentación que solo una narración así puede entresacar, lo que le agradezco mucho. Se agradece, asimismo, la precisión y sensibilidad con que están escritos sendos artículos, destacando en el primero la dedicatoria del acto al poeta recientemente fallecido Ángel Guinda, y, en el segundo, la influencia de este autor de alguna manera en el sesgo existencial de mi escritura.

 

Los artículos son:

 

Parte 1: “Pablo Luque (Majadahonda) dedica la presentación de «Greenwich» al poeta fallecido Angel Guinda (Zaragoza)”.

 

Transcripción:

 

ELENA MARTICORENA. El poeta de Majadahonda Pablo Luque Pinilla (Madrid, 1971) presentó en la tarde del jueves 3 de febrero (2022), en la Biblioteca del Club Argo de Madrid (Plaza Santa Ana 7), su última y premiada obra «Greenwich». Acompañado por el psiquiatra y también poeta Aitor Francos, el cantante y poeta Miguel Ferrando y el músico Víctor Huedo, el evento congregó a una treintena de amigos y amantes de la poesía de Pablo Luque Pinilla. Además, por motivos de aforo y de facilidad a los asistentes, también pudo seguirse a través de la plataforma digital Twitch. Esta presentación tenía lugar después de recibir el pasado 26 de noviembre de 2021 el Premio Literario Kutxa Ciudad de Irún, concedido al autor por su poemario en español «Greenwich». El argumento de la obra, como bien describe el poeta, se orquesta alrededor de la idea del meridiano de Greenwich, que es el meridiano cero o primer meridiano. En él, a través de 33 poemas, precedidos de un epílogo en prosa poética y acompañado de unas notas finales, el protagonista da cuenta del recorrido que hace a lo largo de un día cualquiera, haciendo partícipe al lector con el propósito de conversar y caminar con él. La presentación estuvo dedicada a la memoria de Ángel Guinda, poeta zaragozano fallecido el pasado 29 de enero de 2022, sobre el que Pablo Luque Pinilla tuvo unas emotivas palabras: «Ángel acompañó de maravilla la publicación de mi primera obra, «Los ojos de tu nombre», lo apadrinó y lo presentó en una noche que me recuerda mucho a la de hoy, en el Círculo de Bellas Artes, y acompañó mucho la aventura de la obra «Avanti» (Poetas españoles de entresiglos XX-XXI), y por eso quería tener este recuerdo al inicio de esta presentación»

 

La velada comenzó con una breve presentación por la trayectoria profesional y literaria del poeta, el recuerdo a Ángel Guinda y la posterior presentación de los artistas invitados: Aitor Francos, quien sirvió de apoyo a Pablo Luque Pinilla para comentar y analizar los poemas, Miguel Ferrando, quien con su carismática voz, recitó algunos de los poemas de «Greenwich» y Victor Huedo, compositor y pianista acompañante que puso el broche de oro de la tarde. Aitor Francos agradeció al poeta, con quien mantiene una estrecha vinculación, la invitación a la presentación de «Greenwich»: «Me sorprendió mucho que era un libro bastante estructurado, dentro de los libros de poemas que últimamente se están publicando. Lo estructura el propio título, porque marca ese símbolo del tiempo, de la repetición del día a día. El libro es la singladura, la aventura de un día y también creo que ha conseguido la intertextualidad, y hay muchas citas con las que yo también me siento afín».

 

Poema 7:50 Hemos venido a buscar sentido al comenzar el dia, como la cierva del salmo busca las corrientes, entre el sueño y los horarios que nublan nuestro empeño, entre la música que escuchamos cuando nace el canto de la madrugada…

 

Angel Guinda, Premio Nacional de Poesía, fallecido en Madrid: «Ser narrador es una profesión, pero ser poeta es una posesión»

 

«El personaje lírico, no sé hasta que punto es Pablo todo el rato, o no lo es, imagino que sí, es un hombre que resiste que muestra su capacidad para renacer y transformarse, precisamente en el día a día, en las pequeñas cosas. Hay ciertos matices de espiritualidad y melancolía y es esencialmente poético. El protagonista va adquiriendo la conciencia de la caducidad, del declive, de la pérdida, para después volver a renacer. Conviven en este libro de una forma muy natural poemas muy extensos, con otros muy breves, incluso hay algunos en prosa poética. Por ultimo si hay algo que define para mi este libro es la capacidad de asombro, creo que es un libro para leer y releer. Espero que disfrutemos de las explicaciones de Pablo y podamos escuchar sus versos recitados», concluye. Mañana segunda parte: Preguntas e Intervenciones.



Parte 2: “Pablo Luque (Majadahonda): «Me estaba convirtiendo en un poeta existencial»”.


Transcripción:


ELENA MARTICORENA. En este segunda y última entrega sobre la presentación del libro de poemas «Greenwich» del poeta Pablo Luque Pinilla (Madrid, 1971), residente en Majadahonda, presentado en la tarde del jueves 3 de febrero (2022), en la Biblioteca del Club Argo de Madrid (Plaza Santa Ana 7) y con el que alcanzó el Premio Ciudad de Irún, hubo un turno de preguntas y Aitor Francos se aventuró a preguntar: ¿Como fue la elaboración del libro? . Pablo Luque Pinilla respondía así a la pregunta planteada por el poeta y amigo: «Cuando acabé «Cero» me di cuenta de que me estaba convirtiendo en un poeta existencial. Había dejado muchas líneas abiertas en ese poemario, que quería indagar de forma aislada, en libros diferentes. Empecé por la que creía que era la más sencilla, la más directa, o quizás la más amable. Era la que me conectaba con la realidad de una forma sencilla y transparente». ¿Y la estructura, alrededor del uso horario? – Esa estructura a través de las horas y del meridiano de Greenwich partió de una colaboración con unos amigos que tenían un tema musical y me pidieron que le pusiera letra. El tema se llamaba 1155 y son el grupo «Pupila«. Entonces me di cuenta que la letra que les había compuesto tenía un sesgo muy parecido con lo que quería abordar en ese poemario. Y en cuanto a la idea del meridiano, que incluye la idea de la circularidad, la vuelta al globo, las 24 horas, son cosas que están conmigo a la hora de escribir. El trabajo me llevo cuatro años y conseguí que ningún poema se quedara fuera, lo estructuré para que así fuera.

 

ESCRIBIR DESDE LA MEMORIA. Un total de 33 poemas con 3 tramas presentes en «Greenwich»: una reflexiva y meditativa, otra contemplativa y de asombro y otra de melancolía y emoción. Los poemas discurren por las tres vías, estando muy presentes la trama paterno-filial y la de pareja. Se hace una especial referencia a la cita del poema 18:50 de Cormac McCarthy «Solo sabía que el niño era su garantía. Y dijo: Si él no es la palabra de Dios, Dios no ha hablado nunca». Aitor Francos resalta la autenticidad de los poemas de Pablo Luque Pinilla y el tono celebratorio de sus poemas, con una exaltación de las cosas normales y cotidianas de la vida. En sus propias palabras, «un libro para renacer».

 

Poema 10:10 La Dionaea muscipula cierra el extremo de su hoja cuando algo roza su interior. Vive, de esta manera, en un terreno adverso. Así sucede a nuestras manos. Como plantas carnívoras se pliegan ante el más pequeño roce…

 

Los temas místicos y la experiencia en la fe católica, de la que es participe el autor, también esta presente en algunos de sus poemas. ¿Y desde donde escribes? – Escribo desde la memoria, pues no necesito estar delante de la experiencia misma para poder describirla. Todo lo contrario, alejarme de ella hace que la eche de menos y la escriba para revivirla. Ahí es donde realmente surgen las mejores cosas. En la memoria es donde mejor se trabajan las emociones, se reposan y se decantan, incluso se descubren aspectos nuevos.

 

Poema 18:20 Existo, como existe un descampado en el recuerdo o existe una leve tristeza que rasgamos al atravesar la tarde. Existo como esas tenues presencias que transitan en la acera o el súbito fluir del tráfico en su devenir intermitente…

 


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